Todo lo que hay en este blog es extraído de diferentes películas .No se limita a una frase anecdótica si no a grandes fragmentos de las diversas temáticas, espero lo disfrutes tanto como disfruto yo construyéndolo diariamente. ¡Bienvenido!






jueves, 2 de junio de 2011

Matar a un ruiseñor.



"Empezaré diciendo que este caso no debería haberse traído a un tribunal desde el momento en que la acusación no ha presentado ninguna prueba médica de que el delito que se imputa a Tom Robinson se hubiera consumado. La oposición solo se apoya en el testimonio de los dos presuntos perjudicados cuyas declaraciones no solo han dado lugar a serias dudas durante sus declaraciones sino que han sido absolutamente desmentidas por el acusado. Existe la prueba circunstancial que demuestra que Mayella Ewell fue golpeada salvajemente por una persona que usa casi exclusivamente la mano izquierda, y Tom Robinson que hoy se sienta en el banquillo para prestar juramento ha tenido que emplear su única mano útil, la derecha.
Yo no siento sino compasión y muy sincera por la principal testigo de la señor fiscal. Ella es víctima de una cruel pobreza e ignorancia, pero, mi compasión, no puede llegar nunca hasta el extremo de consentirle poner en juego la vida de un hombre, que es en realidad lo que ella ha hecho para tratar de ocultar su propia culpabilidad. Si, culpabilidad he dicho, porque fue el hecho de sentirse culpable, si señores, lo que la impulsó a esa acusación. Ella no ha cometido un crimen, nada más a infringido un viejo código del honor que aún subxiste actualmente, un código tan severo que a todo aquel que lo infringe lo alejamos de nuestro lado como indigno de convivir con nosotros. Por eso tenía que destruir la prueba de su grave falta. Pero, ¿cual era en rigor la prueba de la mencionada falta? Tom Robinson, un ser humano señores. Había que quitar a Tom Robinson de en medio, barrerlo. Tom Robinson constituye el recuerdo constante de lo que ella habí hecho. ¿Y que era lo que había hecho? Había tentado a un negro. Ella era blanca y había incitado a un negro. Hizo una cosa que en nuestra sociedad es algo imperdonable. Besar a un hombre negro. No se trataba de un viejo; sino de un negro joven fuerte y vigoroso. No le importó ese código del honor antes de inflingirlo, pero después hayo vergonzoso su comportamiento. Los testigos de la acusación, excetuando al Sheriff del condado de Macon, se han presentado ante ustedes señores del jurado con la cínica confianza de que su testimonio no se pondría en duda. Confiaban en que ustedes señores, estarían de acuerdo con ellos en la suposición, en la indigna suposición, de que todos los negros mienten. De que en el fondo todos los negros son seres inmorales, de que nadie se puede fiar nunca de los negros cuando se hayan cerca de nuestras mujeres, suposición que solo puede brotar de mentes como las de esas personas y que no es ni más ni menos que una mentira insensata. Una mentira que no es necesario demostrar a ustedes. No obstante, a un negro humilde y respetable, porque ha tenido la incalificable osadía de sentir compasión de una mujer blanca no se le puede aceptar su palabra contra la de dos seres de nuestra raza. El acusado no es culpable en modo alguno, en cambio hay otra persona en esta sala que sí lo es.
Bien señores, en este país, los tribunales tienen que ser de una gran equidad y para ellos todos los individuos han nacido iguales. No soy un iluso que crea firmemente en la integridad de nuestros tribunales y en el sistema del jurado. No me parece lo ideal pero es una realidad a la que no queda más remedio que sujetarse. Pero ahora confío en que ustedes señores examinarán, sin prejuicios de ninguna clase, los testimonios que han escuchado y su decisión devolverá a este hombre al seno de su familia. En el nombre de Dios, cumplan con su deber. En el nombre de Dios, den crédito a Tom Robinson."

1 comentario:

David Cotos dijo...

Que genial escena. Gregory Peck ídolo.